REFLEXIONES SOBRE LAS REFLEXIONES ABIERTAS DE CARLOS HERRERA.
Carlos, más que por hacer uso del llamado “derecho a replica”, he creído necesario utilizar este mismo medio, la página Web “Escena Viva” coordinada por el Sr. Reynaldo Mirabal, en el que aparecieran publicadas tus “Reflexiones abiertas para el teatro infantil”, en su boletín Nº 42 y fechado el pasado 23 de agosto, las cuales contienen algunas alusiones y llamados de atención dirigidas al Teatro Infantil Nacional TIN, institución la cual represento como presidente de su junta directiva.
Ante todo, quiero dejar claro que mi objetivo no es entrar en polémica, ni rebatir desde la irracionalidad. Todo lo contrario, en lo personal, me anima hacia ti un gran respeto por tu presencia constante en los diferentes espectáculos y eventos relacionados con el teatro para niños tanto en Caracas como en el interior del país y ¿por qué no?... también por un sentimiento de amistad que nos relaciona desde hace más de veinte años, mucho antes que apareciera el TIN en la escena venezolana.
Ahora bien, tú te preguntas:
1.- “¿Por qué una institución como el Teatro Infantil para Niños (TIN) no se sacude de su congelamiento “económico” y termina de una vez por todas de convertirse en un auténtico ente de acción, vida, proyección e incidencia NACIONAL que acometa asuntos más álgidos que son de su orbita de responsabilidad?”
Carlos, te recuerdo que el Teatro Infantil Nacional - TIN es una asociación civil, conformada por personalidades que ofrecen su contribución sin ningún tipo de remuneración económica, creada con la intención de formular acciones en apoyo al teatro para niños, lo cual hemos venido haciendo a través de todos estos años pero lo que sí tiene que estar claro, parafraseando a Armando Carías, es que “somos parte de la respuesta que hacia el sector debe tener el estado”. Dicho de otra manera, el TIN no es, ni se puede pretender que sea lo único que antes el CONAC y ahora el IAEM pueden y deben ofrecer al sector, cuestión que como funcionario que ha trabajado en ambos organismos deberías tener más claro que nosotros a estas alturas.
En dos oportunidades te hemos invitado ha formar parte del jurado del Premio TIN, responsabilidad que has llevado a cabo con tesón, como se te ha reconocido en su momento y que te ha dado la oportunidad de estar en contacto con nosotros muy de cerca como para venir a decir ahora que sólo esperamos a que entre el dinero del subsidio para trabajar. ¿Acaso para evaluar a los grupos participantes en el Premio TIN y producir la ceremonia de entrega con todo lo que esto implica (espectáculo, galardones, etc.), tanto el jurado como los organizadores, no trabajan durante todo el año?
Más adelante lanzas otra interrogante:
2.- “¿Por qué solo su actual junta directiva así como su asamblea de miembros asociados está tan parcamente callada y no son capaces de dinamizar sencillas pero fructíferas jornadas de discusión / reflexión de las problemáticas del sector que supuestamente representan?”
Al respecto y para tu tranquilidad te puedo decir que ya esa idea está en marcha y nació precisamente por iniciativa de la misma asamblea de miembros, en especial fue propuesta por los compañeros Armando Carías y Carmelo Castro, parte de los miembros fundadores del TIN. Esta consulta se quiere hacer a nivel nacional como ya las hechas por el TIN en años pasados, cuando se llevaron a cabo dos encuentros llamados “El teatro infantil se discute así mismo”, en los cuales, si la memoria no me traiciona tú, como otras personalidades, asististe como invitado especial.
En tu tercera pregunta insistes en afirmar que:
3.- “¿Por qué solo se limitan a movilizarse a la carrera cuando los presupuestos (léase, convenios de cooperación cultural (CCC) les insufla de ciertos recursos solo armar un frenético festival (Festin) que, por lo general genera más resentimientos que satisfacciones al plural de los colectivos del país?”
Cada emisión del Festival de Teatro para la Infancia (Festin) ha tenido una particularidad. Haciendo un poco de historia, incluso, en una oportunidad se realizó teniendo varias sedes en el interior del país, con todo el trabajo de logística que eso implica y además con invitados internacionales. Cada Junta Directiva que ha tenido la responsabilidad de organizarlo le ha impreso su sello personal. Haciendo un balance justo, tengo que discrepar contigo en relación a los resultados obtenidos. Tanto los grupos participantes del interior como los de la región capital han recibido el mejor trato. Los talleres que se han organizado como parte de la programación de Festin han sido desbordados, como fue el caso del último Festin que se llevó a cabo en enero del presente año, en el que la asistencia fue masiva y lo más importante Carlos y que se te olvidó mencionar, es la gran cantidad de niños (15.000 en la última edición) que gratuitamente, en su gran mayoría de escasos recursos, se han venido beneficiando con esta actividad. Está a la vista, Festin sigue siendo la gran fiesta del teatro para niños en nuestro país.
Cierras con dos preguntas que concatenas y que no sé con que intención, formulas:
4.- “Todo debe depender del factor “económico para poder sentarse con cierta periocidad a conversar con el país teatral que trabaja el teatro para niños y adolescentes a analizar las fortalezas y debilidades, a crear redes de fortalecimiento, a establecer una diálogo franco con las autoridades del Instituto de las Artes Escénicas y Musicales (IAEM) del Ministerio del Poder Popular para la Cultura? ¿No será que por ahí la actual directiva del TIN y sus miembros se está planteando quitarse la chamarra institucional de la “4ta república” y vestirse acomodaticiamente con valores y directrices de se más abierta a lineamientos políticos ideológicos de la “5ta república” asumiendo como la pomarrosa cambios de oportunidad y no de reales servicios creativos artísticos a nuestra sociedad?
La disposición de comunicarnos con la directiva del IAEM ha sido prioridad del TIN como lo comprueban las innumerables llamadas telefónicas, correos electrónicos, comunicaciones escritas y reuniones sostenidas con funcionarios de diferente rango.
Ahora, en cuanto a tu hipótesis de ubicación política de la junta directiva, te puedo asegurar sin reservas que en ningún momento de la trayectoria del TIN ha existido la idea de identificación política, mucho menos con la idea de un beneficio económico. Por supuesto que como todo colectivo, cada quien maneja su ideología pero nunca se ha llegado a imponer sobre nuestra principal prioridad que es la de trabajar por un mejor teatro para niños en nuestro país.
En conclusión, en tu nota no mencionas por ejemplo la creación del Premio de Dramaturgia para niños “Gladys Pacheco” que este año va para su segunda emisión, ni que el TIN distribuyó en forma gratuita a las principales agrupaciones e instituciones que se ocupan del Teatro para niños en el país, los cuatro tomos que componen la antología recopilada por Armando Carías y editada gracias al FIDES, “40 autores en busca de un niño, antología de la Dramaturgia Venezolana”, donada por el propio Carías. Tampoco haces alusión a nuestra página Web TIN (www.tinternet.blogia.com) puesta a la orden a instituciones y particulares para la promoción gratuita de su actividad.
Estimado Carlos, en una cosa sí estoy de acuerdo contigo y es que falta mucho por hacer y en la medida de nuestras posibilidades, puedes estar seguro que estamos poniendo nuestro grano de arena, pasando por alto, como ya lo mencioné, de forma ad honorem. Y subrayo esto último por tu extravío cuando dices: “…me asalta la certeza e inquietud de pensar que las cabezas más visibles del mundo teatral para niños (as) y adolescentes están solo ahí, para esperar el mismo oportunismo: ¡¿Cuánto hay pa´eso?!
Más cuando, cada uno de nosotros desde su respectiva agrupación ha seguido trabajando y produciendo a pesar de la caída en el monto de los subsidios y/o aportes recibidos por parte del Estado, agravando la situación con el consabido retraso de la entrega de los mismos, ya hecho costumbre.
Carlos, sería interesante que tú le plantearas esa serie de interrogantes e inquietudes a quienes por ley les toca dictar políticas culturales como lo es el IAEM. Para finalizar Carlos, de nuevo llegue hasta ti mi sincero reconocimiento como crítico teatral, pero a la vez solicito el respeto que el Teatro Infantil Nacional TIN sus Asambleístas, Junta Directiva y mi persona se merecen. Gracias por tu atención.
JOSÉ MANUEL ASCENSAO
PresidenteTeatro Infantil NacionalTIN
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