Gladys Pacheco Manos Ingeniosas que transforman ilusiones
Mayelit Valero
Al hablar de trajes que han recorrido escena nacional con sus diversos colores, detalles y aplicaciones, hay que nombrar a la reconocida actriz y realizadora de vestuarios Gladys Pacheco, quien con sus manos ingeniosas, cargadas de emoción, se adueña de las telas, los adornos y los botones. Para más tarde ofrecer al público un resultado impecable, trajes que harán juego con el resto de la historia, los cuales quedarán grabados en las mentes de los espectadores por mucho tiempo.
Sus trajes son almas que se unen por hilos, aunque no pronuncien palabra alguna, al verlos levantados sobre la caja negra del teatro pueden llegar a decir más de mil parlamentos, son el complemento perfecto para que cada personaje se muestre de la mejor manera ante los seguidores del teatro.
Para no olvidar…
¿Cuantos años tiene trabajando para el teatro infantil?
Ya son 48 años. Comencé en el Retablo de las Maravillas en el año 57, con el grupo “El Guiñol del Guacharo” realizando funciones como actriz a nivel nacional, más un programa en canal cinco llamado Bimbolandia.
En el año 75 por intermedio de el diseñador y actor Elías Martinello y la realizadora de vestuarios Amanda Briceño. Luego con la diseñadora y profesora Rocío Rovira. Realicé el primer vestuario para la obra La Casa de Bernarda Alba, dirigida por Ibraim Guerra.
¿Qué sentimientos la abordan a la hora de confeccionar un traje?
Una gran emoción, en muchas ocasiones llego a enamorarme de algunos trajes. Me gustan los trajes de fantasía y de época. Los retos también me emocionan, siempre he pensado que los trajes deben servir a la escena, si después de realizar un hermoso traje este se tiene que romper, pintar y rasgar a favor de la obra, me siento tranquila, más no, cunado el deterioro es por descuido de los actores.
¿Qué es lo que más le emociona en trabajar para niños?
La pureza y la sencillez de este público. La emoción de poder llegar a su mundo, ver en sus caras el asombro y la satisfacción de un trabajo teatral bien realizado
¿Cómo cuantos trajes ha realizado?
Uff…… Eso puede ser incontable, no tengo ni la más mínima idea, nunca he llevado la cuenta. Por ejemplo, he realizado para la ópera 200 trajes para una sola pieza, he hecho trajes para ballet, obras de teatro para adultos, cine y teatro para niños.
¿Cuál es el que más recuerda?
Los trajes de Arlequín Servidor de dos Patrones, para el Nuevo Grupo, con los diseños de Elías Martinello
¿Qué es más difícil de trabajar para el teatro de niños?
No es que sea difícil, tampoco fácil, a mi manera de ver, lo importante es hacer equipo, pensar en el niño, y como hacer llegar mensajes positivos a él a través del arte, trabajar mucho con esfuerzo e imaginación.
¿Qué es lo más grato de su trabajo?
Ver que un dibujo, algo plasmado en un papel, llega a tener los resultados esperados.
Es así como sus retos no terminan nunca, su imaginación sigue viva en cada uno de sus trajes. Confecciones que deambulan por los escenarios y hablan por si solas, son sus cierres, sus botones y sus adornos sus mayores caricias. Son sus obras maestras hechas con motivación, que adheridos a los cuerpos de los actores adquieren vida.
Entrevista de la revista Tintero Septiembre 2005
Al hablar de trajes que han recorrido escena nacional con sus diversos colores, detalles y aplicaciones, hay que nombrar a la reconocida actriz y realizadora de vestuarios Gladys Pacheco, quien con sus manos ingeniosas, cargadas de emoción, se adueña de las telas, los adornos y los botones. Para más tarde ofrecer al público un resultado impecable, trajes que harán juego con el resto de la historia, los cuales quedarán grabados en las mentes de los espectadores por mucho tiempo.
Sus trajes son almas que se unen por hilos, aunque no pronuncien palabra alguna, al verlos levantados sobre la caja negra del teatro pueden llegar a decir más de mil parlamentos, son el complemento perfecto para que cada personaje se muestre de la mejor manera ante los seguidores del teatro.
Para no olvidar…
¿Cuantos años tiene trabajando para el teatro infantil?
Ya son 48 años. Comencé en el Retablo de las Maravillas en el año 57, con el grupo “El Guiñol del Guacharo” realizando funciones como actriz a nivel nacional, más un programa en canal cinco llamado Bimbolandia.
¿Cómo comenzó en el teatro y en la confección de vestuario?
En el año 75 por intermedio de el diseñador y actor Elías Martinello y la realizadora de vestuarios Amanda Briceño. Luego con la diseñadora y profesora Rocío Rovira. Realicé el primer vestuario para la obra La Casa de Bernarda Alba, dirigida por Ibraim Guerra.
¿Qué sentimientos la abordan a la hora de confeccionar un traje?
Una gran emoción, en muchas ocasiones llego a enamorarme de algunos trajes. Me gustan los trajes de fantasía y de época. Los retos también me emocionan, siempre he pensado que los trajes deben servir a la escena, si después de realizar un hermoso traje este se tiene que romper, pintar y rasgar a favor de la obra, me siento tranquila, más no, cunado el deterioro es por descuido de los actores.
¿Qué es lo que más le emociona en trabajar para niños?
La pureza y la sencillez de este público. La emoción de poder llegar a su mundo, ver en sus caras el asombro y la satisfacción de un trabajo teatral bien realizado
¿Cómo cuantos trajes ha realizado?
Uff…… Eso puede ser incontable, no tengo ni la más mínima idea, nunca he llevado la cuenta. Por ejemplo, he realizado para la ópera 200 trajes para una sola pieza, he hecho trajes para ballet, obras de teatro para adultos, cine y teatro para niños.
¿Cuál es el que más recuerda?
Los trajes de Arlequín Servidor de dos Patrones, para el Nuevo Grupo, con los diseños de Elías Martinello
¿Qué es más difícil de trabajar para el teatro de niños?
No es que sea difícil, tampoco fácil, a mi manera de ver, lo importante es hacer equipo, pensar en el niño, y como hacer llegar mensajes positivos a él a través del arte, trabajar mucho con esfuerzo e imaginación.
¿Qué es lo más grato de su trabajo?
Ver que un dibujo, algo plasmado en un papel, llega a tener los resultados esperados.
Es así como sus retos no terminan nunca, su imaginación sigue viva en cada uno de sus trajes. Confecciones que deambulan por los escenarios y hablan por si solas, son sus cierres, sus botones y sus adornos sus mayores caricias. Son sus obras maestras hechas con motivación, que adheridos a los cuerpos de los actores adquieren vida.
Entrevista de la revista Tintero Septiembre 2005
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